lunes, 24 de octubre de 2016

CIUDAD

PLAN GUBERNAMENTAL

¿VA A ESTAR LINDA BUENOS AIRES?


Mega proyectos de obras públicas, desarrollos inmobiliarios previstos a costa de la venta de tierras públicas, concesiones del patrimonio de la ciudad resignando los escasos espacios verdes que aún conserva Buenos Aires y cambio del Código de Planeamiento Urbano por un nuevo Código Urbanístico son algunas de las “idea fuerza” que guían el plan estratégico del gobierno de Rodriguez Larreta. De conseguirlo, modificará definitivamente el perfil de nuestra ciudad.


Escribe: Lic. MÓNICA RODRIGUEZ


Mientras periódicamente en los barrios el jefe de gobierno, su vicejefe y los ministros convocan a los residentes a reuniones para hablar del “arbolito” y de problemas micro puntuales que contribuyen más a la catarsis que a la solución de los problemas reales, a nivel macro están llevando adelante un proyecto de ciudad bien alejado del debate con los vecinos.
Sin duda el 2016 será un año bisagra. Este año se sancionó la Ley que creó la Agencia de Bienes que junto a la Corporación Puerto Madero y la Corporación Sur tienen a su cargo la administración de los inmuebles de la ciudad y por sus manos pasan las concesiones y ventas de tierras públicas. El Observatorio del Derecho a la Ciudad ha estimado que desde 2007 a la fecha, la ciudad de Buenos Aires ya enajenó 200 hectáreas aproximadamente. Y la tendencia parece que irá profundizándose.

El actual gobierno planea lo siguiente:
ENARD: La codiciada tierra que ocupa el Ente nacional de Alto rendimiento Deportivo será entregada para un desarrollo inmobiliario
TIRO FEDERAL: la Legislatura ya aprobó la ley que autorizó a utilizar 13 de las 16 hs del predio para armar el Parque de la Innovación que incluye un mega proyecto inmobiliario.
DISTRITO JOVEN: Se intenta cambiar la zonificación para permitir concesiones en la costanera norte.
ZOOLÓGICO DE BUENOS AIRES: el senador Pichetto denunció días atrás que también tendrían previsto vender estos terrenos con ubicación estratégica.
AUTÓDROMO PORTEÑO: Van a concesionar parte de esa tierra para uso comercial.
PARQUE DE LA CIUDAD: incluirá la Villa Olímpica en la cual vivirán los deportistas cuando vengan a participar en las Olimpíadas 2018. Pero también la actual administración busca rezonificar para desprenderse de 20 ha que serían destinadas a viviendas, comercios, estacionamientos, etc.
MERCADO DE LINIERS: son 32 ha que serían vendidas para construir viviendas de lujo.
BIENES FEDERALES EN LA CIUDAD: Hay que sumar su posible venta, los cuales también serían destinados a mega proyectos inmobiliarios (fundamentalmente terrenos ferroviarios y portuarios). Al respecto, el artículo 50 del proyecto de ley de presupuesto nacional 2017, prevé que a la ciudad le corresponderá el 70% de lo producido por dichas operaciones. Es el caso de las seis hectáreas que posiblemente la administración nacional venda del predio de la estación Colegiales.
SHOPPING DE CABALLITO: Después de tres intentos que fueron detenidos por la acción de los vecinos, de organizaciones de la sociedad civil y de las cámaras empresarias que reúnen a los centros comerciales a cielo abierto, el gobierno de la ciudad nuevamente volvió a la carga pretendiendo rezonificar el predio, lo cual permitiría la construcción del Shopping más grande de Sudamérica a manos de IRSA.
Está a la vista también la venta de parte del ex mercado Dorrego. Por suerte, parece que han dado marcha atrás con la venta del campo de polo de Palermo.
Los bares y confiterías en las plazas también cercenan y van en detrimento del espacio verde de uso público.

Nuevo Código Urbanístico:
Desde el gobierno porteño calculan que el 40% de la Capital no está consolidada. Sobre esa porción busca incidir el nuevo Código Urbanístico mediante la modificación de los usos y la volumetría de lo que estará permitido construir. La intención del gobierno es promover el aumento de la población en la ciudad, llevándola de 3 a 5 millones de habitantes.
La reforma ya empezó a ser analizada por el Consejo del Plan Urbano Ambiental (integrado por representantes del gobierno y la Legislatura), la Sociedad Central de Arquitectos, el llamado Foro de Desarrollo Urbano en el que se sientan selectos invitados entre ellos, los principales empresarios del real state argentino (IRSA, Constantini, Vizora, Toribio de Achával, TGLT, entre otros) y ahora acaba de iniciarse el Foro Participativo Permanente con grado mayor apertura a integrantes de ONGs y profesionales, aunque por supuesto nada de lo que allí se diga y proponga tiene carácter vinculante.
Según el gobierno las consignas no están definidas pero en principio adelantan que su intención es que dejen de existir las zonificaciones (barrios sólo residenciales o fabriles), para volverlos más homogéneos, a la vez habilitaría a construir torres de gran altura en toda la ciudad, algo que el actual código limita en numerosas zonas.

Grandes Obras Públicas:
Sobre estos cambios también se montan grandes proyectos de obras públicas:
Estación Central subterránea en el Obelisco: para que vincule la red ferroviaria con el norte (Retiro) y el Sur (Constitución).
Autopista Ribereña: unirá la autopista La Plata con la Autopista Illia.

Resignación de Espacios Verdes:
El plan oficial parece ir claramente en sentido contrario al que se orientan las grandes ciudades del mundo (Londres, Nueva York o París) en cuyo espejo el gobierno dice pretender reflejarse. En esas urbes no sólo protegen el espacio público, particularmente las áreas verdes, sino que buscan constantemente ampliarlos.
Pero aún si nos comparamos con capitales de América Latina, también perdemos por goleada. Buenos Aires, en un ranking de 10 ciudades elaborado por ONU Hábitat, en el que están incluidas México DF, San Pablo y Santiago, de Chile, quedó en penúltimo lugar, con 6,2 metros cuadrados por habitante. Sólo Lima está detrás, con 2 metros cuadrados.
Buenos Aires alcanzó ese porcentaje sumando todos los espacios con rincones verdes, incluidos parques, plazas, jardines y canteros.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), debería haber entre 10 y 15 metros cuadrados de espacio verde por persona. Como el 80% de la población de América latina vive en ciudades, este déficit se torna mucho más preocupante.

¿"Plan Verde"?
Posiblemente movido por las intensas críticas, el Gobierno de la Ciudad acaba de lanzar el “PLAN VERDE” por el cual prometió la creación de 110 ha de espacios verdes.
Cuando uno analiza la realidad y contrasta el mapa donde dicen que se van a “crear” esos espacios verdes con el de tierras públicas que esta administración piensa vender o concesionar a privados, ambos prácticamente coinciden.
La realidad es que el Plan Verde no creará 110 hectáreas nuevas de espacios verdes, hoy esos predios existen!. La verdad es que a partir de las ventas y concesiones se perderán 51 ha que hoy son pulmones verdes, más lo que se privatice en el Autódromo y lo que se arregle con los privados en Puerto Madero y Caballito. Nos están contando la historia al revés, cuentan el remanente que quedará después de la enajenación.
Dicho en buen romance… “nos están verseando”. Lamentablemente mucha gente de buena fe cree para cuando se den cuenta, será tarde porque el patrimonio público se habrá perdido.

¿Es la ciudad que queremos?
Desde que Buenos Aires concretó la Autonomía, la Constitución sancionada en 1996 consagró que la ciudad “organiza sus instituciones autónomas como democracia participativa”(Artículo 1º), a la vez que la descentralizó en Comunas, “unidades de gestión política y administrativa con competencia territorial con facultades exclusivas y concurrentes. Otras Leyes complementarias previeron la elaboración del Plan Estratégico de la Ciudad y la confección anual del Presupuesto Participativo.
Una normativa de avanzada que asigna al vecino un rol directo, participativo y protagónico en el diseño, planificación y control de gestión de las políticas de Estado: transporte, espacio público, presupuesto, acceso a la cultura, energía, agua potable, residuos, cloacas, vivienda, patrimonio, educación, seguridad, salud, etc..
Un contexto ideal que le abre al ciudadano los canales para participar como artífices del destino común. En decir, a partir del ejercicio de la democracia participativa la ciudadanía puede ir concibiendo mancomunadamente con el Gobierno un perfil de ciudad consensuado que la haga segura, sustentable, socialmente justa, garante de una vida digna y propiciadora del desarrollo pleno de la persona humana.
Sin embargo, los hechos demuestran lo contrario, los instrumentos de la democracia participativa y el debate real con los vecinos quedan a un lado en pos de la imposición de mega proyectos, negocios inmobiliarios y pérdida del patrimonio común. Y cabe preguntarse… ¿es esta la ciudad que queremos?, ¿tenemos opción?
Algunos creen que si. A pesar de este contexto, cada vez surgen más y con más fuerza redes formadas por colectivos vecinales, organizaciones no gubernamentales, ciudadanos y ciudadanas que piensan que la ciudad les pertenece a los vecinos y sienten el derecho y la obligación de bregar para que se abran los espacios de genuina participación para poder vivir en la ciudad que sueñan.

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