lunes, 19 de octubre de 2015

ELECCIÓNES 2015

MOMENTO DE DECISIÓN

EN LA CUENTA REGRESIVA


Escribe: Lic. MÓNICA RODRIGUEZ


Quedan apenas seis días para las elecciones y el protagonista vuelve a ser el ciudadano que con el poder inconmensurable de su voto marcará el destino de los próximos años, si decide consagrar el 25 de octubre a un presidente electo o abrir una nueva instancia para optar en el balotaje del mes de noviembre, entre los dos candidatos más votados del próximo domingo.

Es el último tramo de una  larga campaña que podríamos considerar desapasionada, sin líderes indiscutibles, donde brillaron los slogans pero pocas y muy acotadas propuestas reales y concretas, expuestas en dosis “homeopáticas”, que dejan más incógnitas que certezas respecto del futuro inmediato y mediato de nuestro país. Recién ahora, a último momento y empujados por el accionar de alguno de los candidatos que “primereó”, otros decidieron mostrar personajes que formarían parte de los potenciales gabinetes.

Esta no es una elección más. Los argentinos no sólo vamos a elegir Presidente y Vicepresidente sino también y por primera vez, una lista nacional de 19 Parlamentarios del Mercosur.
Además, por cada provincia y por la Ciudad de Buenos Aires se votará un Parlamentario del Mercosur correspondiente a ese distrito, y los diputados nacionales correspondientes.
En la provincia de Buenos Aires se elegirá gobernador e intendentes, concejales y consejeros escolares en sus municipios.
En las provincias de Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán, también se escogerán senadores nacionales.

Pero esta elección también marca el cierre de un ciclo de 12 años en el que en forma alternada gobernó el matrimonio Kirchner. Quiérase o no termina una etapa que marcó su impronta, desatando pasiones encontradas que no siempre los ciudadanos supimos modular mediante el diálogo y eso, en algunos casos, alejó a los que pensaban distinto.  Tampoco la dirigencia lo supo hacer. Ni gobierno ni oposición estuvieron dispuestos a establecer mesas de trabajo conjuntas para buscar consensos y acordar políticas prioritarias de largo plazo. De haberlo hecho, seguramente el crecimiento de un período que en gran parte resultó propicio para nuestro país, por el escenario mundial y regional, se habría transformado en desarrollo.
La gestión Kirchner sin duda estableció su propio modelo, cosechó aciertos, errores y deja cuentas pendientes de las cuales deberá hacerse cargo el próximo presidente, sea cual sea su signo político. Cada ciudadano sabrá evaluar y hacer un balance de un gobierno que el próximo 10 de diciembre formará parte de un pasado que solo la historia podrá juzgar en toda su dimensión, algo que a veces a los propios contemporáneos, por tanta proximidad a los acontecimientos, nos resulta difícil hacerlo hoy.

Volviendo a la coyuntura… una parte considerable del electorado se muestra reticente a manifestar sus preferencias, porque aún no tomó la decisión o porque no le interesa explicitarlas. Esto desconcierta a los encuestadores, algunos porque tienen la pretensión de convertirse en los garúes anticipatorios de la decisión del pueblo y otros porque con intereses de por medio, intentan inclinar la balanza a favor de cierto candidato: para que alguno gane “en primera vuelta” o para que otros “entren en el balotaje”.

Por último, nunca está demás recordar que queda bajo responsabilidad del Estado y sus instituciones arbitrar todos los instrumentos necesarios para garantizar un acto electoral transparente que no se vea enturbiado por conductas antidemocráticas que tiñan la elección con sospechas de fraude y le quiten a  los candidatos electos la necesaria legitimidad de origen.

Las cartas están echadas pero el final está abierto… la última palabra siempre la tiene el soberano y la única verdad estará una vez que se recuenten los votos.

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